¿Cómo encarar la última tutoría del curso?

Los aspectos más importantes que destacar de la tutoría final


Cuando se va acercando junio llegan las reuniones de tutoría con los tutores de nuestros hijos. Por desgracia en el colegio de BB sólo se hacen dos tutorías al año, hecho que aún me cuesta entender, porque la primera se celebra en diciembre y si desde diciembre hasta mayo surge alguna cosa que quisieras comentar, hay que pedir una tutoría expresamente para eso. Prepararse las tutorías es algo relativamente sencillo, sobre todo con un Smartphone a mano. Yo utilizo la app Evernote habitualmente para no perderme, y tengo una tarea abierta exclusivamente para quejas, dudas o preguntas referentes al colegio. Desde Enero, cada vez que me surge una duda o una pregunta, me la apunto en la  tarea del colegio
Cuando llega el día de la tutoría hay que esperar que la profesora nos dé su opinión sobre la evolución de nuestros hijos durante el año, y que nos destaque sus puntos fuertes y también sus puntos débiles o aquello que hay que mejorar. Sobre los puntos fuertes, no hay que insistir, pero sobre los puntos débiles hay que tenerlos muy en cuenta porque al cambiar de profesor, esos mismos comentarios que nos han hecho a nosotros, también los harán entre profesores cuando se traspasen el expediente. Es muy importante comprobar que el punto débil lo sea de verdad. Los profesores no se equivocan mucho, pero es cierto que tienen muchos niños en los que fijarse, y puede que alguna vez se confundan. Si se comprueba que el punto débil lo es de verdad, es necesario poner interés para solucionarlo y preguntar al tutor o tutora todas las preguntas que se nos ocurran: si es necesario un refuerzo, cómo hacerlo, qué tipo de refuerzo, etc.
Tutoría, Aprendizaje, Colegio, Educación, Escuela, Evolución, Experiencia, Tip, CursoHay que esperar también que la tutora o el tutor nos haga referencia a la actitud de nuestros hijos frente a los demás, cómo se relaciona con el resto de compañeros y si tiene algún tipo de problema para relacionarse. Igual que en el caso anterior hay que tener interés por solucionar cualquier comportamiento poco adecuado de nuestros hijos con los demás compañeros. Los padres también podemos compartir nuestra experiencia y nuestros problemas para educar a nuestros hijos, si los tenemos, los profesores pueden entender algunas conductas de nuestros hijos y darnos apoyo influyendo positivamente en su conducta.
Una vez acaba este apartado, empieza el momento de los ruegos, preguntas y quejas. Y ahí es donde saco mi lista de Evernote y empiezo a disparar por todas partes, siempre con educación, pero intentando aclarar todos los puntos que no me han quedado claros.

Una buena comunicación entre padres y profesores puede ser muy beneficiosa para la educación de nuestros pequeños. Lástima que nosotros sólo podamos hacerlo dos veces al año.

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