Nuestra agonía en la compra de regalos en Navidad
Una agonía recorre
nuestro cuerpo cuando se acerca la Navidad, y es que los regalos se están
convirtiendo en un artículo de lujo. Este año hemos comprado regalos para 4
niños ¡y nos ha salido la broma por 500€! Al 40% porque hemos aprovechado la
oferta de Carrefour del 40%, pero aún así es mucho dinero para comprar 2
regalos por cabeza uno de Papá Noel y otro de parte de los Reyes Magos…
Como los niños están
influenciados por la televisión y ahora es un chorreo continuo de juguetes,
pues los juguetes que piden no son precisamente los tradicionales, sino los que
más ven por la tele. En concreto este año la Patrulla canina ha sido el gran
hit de la temporada, todos querían un muñeco de la serie, y cada muñeco nos
costaba más de 30 euros por barba. Luego están los temáticos, para el niño un
robot con mando a distancia, una barbaridad de precio, para la niña una Skye con
su helicóptero y una muñeca Poppy, para la otra niña otra Poppy y el Chronobomb
de Lady bug y para el otro niño un circuito de coches y la brigada de bomberos
de Playmobil y falta el bebé, que afortunadamente no pide aún y que se le puede
comprar cualquier cosa, porque no se enfada (aún).
Estamos hablando de una
familia poco numerosa y ya se nos van 500 euros, pues no sé a cuánto ascendería
la cuenta si hubiera más sobrinos o hijos…Y todo esto corriendo, cogiendo días libres para poder encontrar las mejores ofertas, buscando en tiendas que no estén agotados los juguetes que nos pedían, combinándonos para ir a comprar, sacando tiempo y espacio para poder envolverlos y guardarlos, en fin, toda una LOCURA.
Con este panorama y haciendo uso de muy poco tiempo para reflexionar, se me ocurre que quizás deberíamos pasar más
tiempo con los niños y comprar juguetes más primitivos y gastar menos dinero y
aprovechar para hacer actividades con ellos…Y si dejo volar mi imaginación, se
me ocurre que también sería más sano vivir en un pueblecito en la montaña y
cultivar nuestra propia comida y tener animales de granja…Y de repente suena el
teléfono y mi ensoñación se desvanece…Lamentablemente el hecho es que estamos
en la ciudad, que tenemos que trabajar para vivir y
que quizás la manera que tenemos de compensar a nuestros pequeños es comprar
muchas cosas para limpiar nuestra mala conciencia, es la solución que
encontramos al lío en el que nos hemos metido…Pero, ¿por qué costará tanto
salir del círculo que nos hemos auto-impuesto?
Quizás como ejercicio
podríamos empezar a desprendernos de cosas, las cosas que no nos aportan, para
ser más conscientes de lo que es realmente importante…Ahí queda.
Feliz Navidad
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